miércoles, 3 de julio de 2013

COTAGAITA 1953 -CARNAVALES ERAN LOS DE ANTES



RECUERDOS DE LA NIÑEZ   por Octavio Sandino 2013


         LA COMPARSA "CORAZONES UNIDOS " - COTAGAITA 1953


Primera parte –EL VIAJE DE TUPIZA A COTAGAITA

Empecé a  revisar un pequeño sobre cuyo sello y estampilla era del año cincuenta.
No tenía nada de raro ,las fotografías las guardaba mi padre de esa manera, con una pequeña leyenda del lugar ,el mes y el año, en sobres de cartas descartadas .
La breve escritura  decía Cotagaita, año 1953,Carnaval y una línea agregada con tinta de otro color expresaba “carnavales eran los de antes “,seguramente lo escribió después .
Són muchos sobres los de ésta caja de cartón.
Cuando ví las fotos que componen el motivo de estas líneas , empecé a recordar aquel lejano viaje ,algo quedó en la retina,tenía 7 años de edad, recién había ingresado al tercer curso de primaria en la 7 de noviembre y con las vacaciones aún frescas .
La foto estaba en mis manos .Era  exactamente para carnaval .No recuerdo dónde fué tomada. Es un grupo de gente a quienes con atención aunque no sé como se llamaban los recuerdo. Cómo mi padre no está en una de ellas seguro que él la tomó .En algún lugar de la calle. Cómo en las canciones, el que toca nunca baila, el que saca la fotografía no sale en ella Aunque esa cámara también tenía un disparador automático ,digo yo.

El año pasado 2012 casi a fin de año en el viaje que hice a Tupiza para reunirme con mis ex  compañeros de colegio por los 50 años de bachillerato, viajé hacia Cotagaita .Pero no llevé la  foto en esa oportunidad
Cuándo toqué ,ésta vez, la puerta de la casa donde paramos aquel año 1953, nadie salió a abrirnos, el ladrido del perro ,las voces de niños se escuchaban. Trás convencerme que no podría ingresar después de 60 años a la casa que fué de doña Rosa Rasguido miré hacia la plaza, al final de la calle .
Cotagaita 2012 - Casa de Rosa Rasguido-sentado el autor

Iglesia de Cotagaita

Casa de Rosa Rasguido al fondo,a la izquierda vereda de  la iglesia
La iglesia comienza en la plaza y termina su pared lateral a unos 50 metros al norte, en diagonal vivía doña Rosa en la esquina .Sinceramente lo dimensional no cerraba. De chico uno cree que las cosas son más grandes .Después no escuché nada, se fueron todos los sonidos. Esa tarde ,recién llegado a Cotagaita me detuve en una esquina  antigua, deshabitada una de las pocas que quedan ,de otra casa vecina me indicarón dónde quedaba la casa de tía Rosa ,ella reclamaba que le digamos tía ,mi madre decía que no era así, vaya a saberlo uno, tenía unos campos cerca en Tocla .Pareciera que nada había cambiado desde  hace mucho tiempo, la casa era sencilla, el zaguán en la ochava, la puerta vieja con aldaba, había un patio central, un árbol de granada, otro más grande, las piezas alrededor, otro zaguán, otro patio y en él un horno, las gallinas y seguramente las monturas o aperos de labranza .
Los árboles de la plaza se mecían con la melodía de siempre traida por  el viento tibio de noviembre.

EL VIAJE A COTAGAITA EN CAMION-1953


En aquél sábado lejano no recuerdo de los preparativos, a esa edad sólo se pregunta mucho ,y se  obedece más ,en esa tarde había que subir al camión. En que momento nos alistamos no sé .Mi madre y mis cuatro hermanos ,Elva  mayor, Delia, Lalo y Carlitos el benjamín me miraban detrás del  vidrio de la cabina .Yo estaba arriba de ese camión ,y pasaría un buen tiempo antes que mi padre que no paraba de conversar con el chofer subiera a mi lado, encima de unas bolsas y con grandes canastos vacíos cónicos que seguramente eran para traer uva o membrillos al regreso ,todos viajaban agazapados o echados me acomodé como pude, el chofer tras lidiar con la manija de la puerta se aventuró a arrancar el motor del camión éste tosió y una humareda áspera llenó el ambiente, como un jamelgo entristecido trató de avanzar, lo consiguió a duras penas, en sus barandas con tiza escritas decía :HOY SALE A COTAGAITA .Yo estaba feliz.
Toda la ansiedad y curiosidad se convirtieron en alegría ,duró poco ,el camión se detuvo y no arrancó más  ,los pasajeros se pararon y exhalaron un oh ¡ de fastidio o resignación ,alguien dijo,"con razon que está parado más de una semana esperando carga y pasajeros ..."; Forcejeando con la manivela y al final empujando arrancó nuestra nave insignia y en un santiamén estuvo cruzando las vías del final de la calle .
Siguieron los barquinazos, las barandas se meneaban de lado a lado aumentaron  las voces, las risas, las bromas , apenas cruzado el río y ya en la avenida llena de sauces un  cauce que se llenaba de agua cuándo llovía reconocí que estábamos  en  Remedios a un escaso kilómetro o menos de distancia de  Tupiza, es un hábito arraigado de estos viajes, detenerse para todo a comer y beber, así que paró el camion  pero no consiguieron nada El viaje continuó ,siguieron las voces, las risas y las bromas ,yo me dormí .
Año 2012 Camino a Cotagaita 
Antes de cruzar el río Cotagaita
Tupiza -Villa de Remedios -Iglesia 
(Nota 1.-De Tupiza a Cotagaita hay 80 ó más kilómetros de distancia,antiguos caminos de tierra de los caballos,las recuas o los carruajes,casi todo el recorrido atravesaba cauces secos siempre de sur a norte o viceversa y alguna cuesta donde ronronea como huaironco el motor, ululando cuando hace algún cambio en la marcha, en esos tiempos después de  la diligencia a caballos ir en camión era normal. Pasada la guerra del Chaco y con los viajes a las minas iba creciendo la cultura motorizada ,los camiones eran capaces de afrontar los duros caminos, subir las pendientes y cuestas y llevar una carga importante Casi siempre sobre ésta iban los pasajeros recostados, cubiertos con las mantas de viaje, ponchos y todo aquellos que sirva para mitigar el frío ,una carpa  impermeable servía para la lluvia. Quedabas arriba con el cielo por testigo y una capa de polvo en el rostro.
El chofer era un personaje, algunos combatieron en la guerra o sirvieron de mecánicos o choferes , con la ropa llena de tierra y manchas de grasa , coronadas por un sombrero ,boina o gorra tipo ingles con visera que las traían de La Quiaca le daban apariencia muy particular y rápidamente cambiaban una goma, o se zambullían bajo el camión ante cualquier desperfecto .Le decíamos maestrito derivado de maestro, el volante y el embrague no tenían dirección asistida así que los músculos competían con el vientre de estos señores ,un muchachuelo tiznado, harapiento y sucio era su ayudante y el encargado de saltar rápidamente de la carrocería y poner una piedra en la rueda, cuándo el camión se detenía por el esfuerzo en alguna cuesta ,también recibía todas las imprecaciones y gritos del maestrito que provocaban la risa de los pasajeros, en estos tramos no existía ningún tipo de auxilio, comida o combustible ,si éste faltaba a la vera de la ruta había que esperar que pase otro vehículo, tras el consabido ruego por el préstamo ó venta  se trasvasaba del tanque o turril en una lata y así se solucionaba el problema ,en el caso de una goma, poner los chocos en las ruedas o dónde el gato, así llamaban a unos pedazos de madera gruesos o piedras, bajar a todos los pasajeros, para parchar las pinchaduras de una espina muy gruesa y dura que atraviesa cualquier neumático.)

 Continuará

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