martes, 3 de diciembre de 2013

RALLY DAKAR

EL RALLYE  DAKAR SEGÚN LOS DEL DAKAR    Parte I 
Escribe Octavio Sandino sobre ideas y fuentes de la red .                                

Para entender lo que significa verdaderamente el Rally Dakár sería necesario adentrarse en el interior del mismo y vivir la intensidad de cada uno de los kilómetros que hacen de esta aventura uno de los desafíos más difíciles del mundo de la velocidad.
Pero de igual manera, unos cuantos metros y una vista del horizonte, permiten una aproximación apasionante y dejan al descubierto parte de la magia de una competencia que, por sus exigencias, se ha convertido en el referente en materia de velocidad en el comienzo de cada año. Ser testigo de una parte de un tramo quizás es un momento efímero que no dá la posibilidad de entregar un análisis profundo, pués es un instante que apenas permite aprender a leer, a través de las estelas de polvo, si lo que está por pasar es una motocicleta, una cuatrimoto, un vehículo o los imponentes camiones, que hacen de esta prueba algo especial.
El Dakar, aventura humana sin igual cuya historia se construye en el corazón de los desiertos más hermosos del planeta, pone a prueba a los más grandes pilotos de rally raid del mundo, que compiten codo con codo con corredores amateur, embarcados a menudo para hacer realidad un sueño y superar un desafío en su moto, quad, coche o camión. Unas cincuenta nacionalidades se dan cita cada año en esta mezcla de competición y evento solidario cuya retransmisión televisiva alcanza a mil millones de telespectadores en 190 países.
Más que una mera carrera de velocidad, el Dakár exige capacidades de navegación en fuera de pista así como regularidad. En el rally raid, prima la resistencia y los fallos, por pequeños que sean, se pagan caros. Esta mezcla de rigor físico y destreza técnica seduce desde hace más de treinta años a campeones llegados desde horizontes de lo más diversos, todos ellos deseosos de ponerse a prueba y tomarle el pulso a esta carrera inigualable.
Más allá de la clasificación, a los corredores les mueve este deseo tenaz, este sueño casi disparatado. Ya sean pilotos de motos, coches, camiones o quads, comparten una misma ambición, un sentimiento común. La tradición de solidaridad, término que forma parte de los pilares del “espíritu del Dakar”, nace de esta pasión compartida que hace que todos hablen el mismo lenguaje.
Nacido en África, donde se gesta su leyenda, el Dakár se ve atraído, por definición, hacia lo desconocido. El descubrimiento de nuevos territorios, una de las razones de ser de la prueba, llevó a la carrera a fijarse nuevos rumbos. El Sahara hizo las delicias de los pilotos durante casi treinta años. Ahora, el Dakár se dedica a explorar un nuevo continente, América del Sur , movido por el deseo intacto de sorprender. Convertida en una prueba internacional de marcado carácter nómada, el Dakár se apoya en las ansias de compartir y en la amplitud de miras de sus pilotos, todos ellos dispuestos a explorar los desiertos del mundo.
RALLY
El término rally es una palabra de origen inglés que significa "encuentro, reunión" (thinku en quechua )  y define una carrera en carretera abierta. Se utilizó posiblemente por primera vez en 1911 en Montecarlo y hasta 1920 fue poco usado. En Europa comenzaron a llamarse rally  a muchas de las primeras carreras de automóviles y en Francia país donde se celebraron, se le añadió la letra 'e' al final, quedando: rallye. Debido a que en Montecarlo fue la primera carrera en recibir este apelativo y al celebrarse en los primeros días del mes de enero dio el pistoletazo de salida a varios de los campeonatos en los que formó parte de modo que es inevitable establecer un paralelismo entre la historia del Rally de Montecarlo y la propia historia de esta especialidad.
Las primeras carreras de automóviles se organizaron a finales del siglo XIX y se disputaban en carreteras abiertas, lógicamente sin asfaltar y con salida y meta en diferentes ciudades. La mayoría de ellas se celebraron en territorio francés y París concentró la mayoría teniendo como meta ciudades como Amsterdan ,Viena o Berlin. Si por entonces el hombre ya competía a pie y a caballo, también se vió motivo a hacerlo sobre los nuevos carruajes de motor dispuesto a demostrar que podía con todo. La primera carrera documentada fue la París  Rouen que en 1894 organizó Pierre Giffart del periódico francés Le Petit Journal. Estaba reservada a carruajes sin caballo y arrancó el 22 de julio a las ocho de la mañana. El recorrido de 126 km debía completarse «circulando sin peligro, a costos aceptables y proporcionando confort a los pasajeros» según los criterios de los organizadores. El ganador provisional fue el conde Albert de Dion que, a bordo de un vehículo manejado a palanca, motor a vapor y de construcción propia, fue descalificado a consideración del jurado en favor de uno de los rivales que conducía un vehículo de motor a gasolina. El premio se otorgó a un Peugeot y un Panhard et Levassor. El conde enfadado organizó al año siguiente la Paris-Bordeaux-Paris , una maratón de 1200 km a la que se apuntaron vehículos movidos por diferentes combustibles, gasolina, vapor, gas o electricidad. El ganador fue Emile Levassor que disputó toda la carrera en solitario y cruzó la meta tras 48 horas y doce minutos con un promedio de 25 km/h. Fuera del territorio francés, en Italia en 1895 se corrió la Turín-Asti y en 1906 nació el Targa Florio que se celebró hasta los años 70 y en Estados Unidos se organizó la carrera Chicago-Evastone con un recorrido de 90 km donde solo dos participantes llegaron a la meta. En 1898 se organizó la primera edición del Tour de Francia Automovilístico con un recorrido de 2.216 km repartidos en siete etapas que premiaba más la regularidad que la velocidad.
El rally es una  una competición automovilística que se disputa en carreteras abiertas al tráfico pero que se cierran para la celebración del mismo. La parte cerrada al tránsito rodado se la denomina tramo que es el lugar donde cada participante compite y que debe completar en el menor tiempo posible. El ganador es aquel que, con la suma de los tiempos de todos los tramos, haya empleado menos para completar la carrera.
Este deporte es una disciplina automovilística con una reglamentación propia y tiene cuatro grandes diferencias respecto a las carreras en circuitos. En primer lugar, se disputan en vías públicas convenientemente cerradas al tránsito rodado; en segundo lugar, el tipo de vehículos utilizados deben ser aptos para circular por carreteras públicas por lo que deben estar matriculados y dotados de los mismos elementos obligatorios que el resto de coches como los faros, la rueda de repuesto o los intermitentes. La tercera peculiaridad es que a diferencia de los circuitos, los equipos que compiten en rally están dotados de dos personas: un piloto y un copiloto, cada uno con una función distinta. La cuarta y última característica es que mientras en circuitos, todos los participantes toman la salida a la vez, en rally lo hacen de uno a uno con un tiempo de un minuto entre ellos por lo que cada piloto compite en solitario y rara vez se topa con un contrincante durante la carrera, salvo que este se haya accidentado o se haya parado por una avería. Todos estos aspectos están fijados en una normativa que la Federación Internacional del Automóvil, el ente máximo del deporte motor, establece. Esta normativa es genérica para todos los países, pero en cada uno ellos las respectivas federaciones locales pueden variar las normas a su criterio. Por ello se puede establecer un patrón común pero las características y funcionamiento de un rally varían si se trata de una prueba del Campeonato del Mundo de Rally, una prueba internacional o una nacional o regional. Además, el formato de los rally han variado mucho a lo largo de los años. En el pasado se disputaban por carreteras abiertas, con salidas desde diferentes puntos y con una ciudad como meta, el kilometraje era mucho mayor y los vehículos eran prácticamente idénticos a los de serie.
En rally se compite con automóviles de turismo debidamente modificados para su adaptación a la competición aunque es frecuente ver motos y camiones en su principal variante los raids y al igual que otras competiciones automovilísticas, es un deporte mixto, donde hombres y mujeres compiten en igualdad de condiciones.
El organismo rector de estas competiciones a nivel mundial es la Federación Internacional del Automóvil (FIA). Se organizan en todo el mundo competiciones continentales ,nacionales y regionales. La FIA organiza entre otras competiciones el Campeonato Mundial de Rally, considerado como la competición más importante del automovilismo junto con la Fórmula 1. Abarca rallies disputados en varios continentes bajo diferentes condiciones climatológicas y superficies: tierra, asfalto, nieve, gravilla o hielo. Algunos de los rallies más populares son el Rally de Montecarlo, el Rally de Gran Bretaña y el Rally de Finlandia y finalmente el Rally Dakar que se corre en Sud América desde el año 2009 .
DAKAR EN AFRICA
THIERRY SABINE
En 1977, Thierry Sabine, el creador del rally París Dakar, se extravió en el desierto de Teneré , en Níger, mientras corría en su moto Yamaha el rally Costa de Marfil-Costa Azul. Relata en su libro París-Argel-Dakar que estuvo dos días deambulando bajo una temperatura agobiante, que en el Sahara puede pasar los 50 grados, hasta que providencialmente fue hallado por los organizadores.
fascinado por los paisajes decide compartir con otros su descubrimiento. Es así que se inventa un recorrido saliendo de Europa. La ruta alcanzaría Alger, después pasaría por Agadez y se acabaría en Dakar. El fundador le pone un lema a su creación: "Un desafío para aquellos que parten.Un sueño para quienes se quedan “
Gracias a una fuerte convicción y una brizna de locura, propias a las grandes ideas, el proyecto se concretiza rápidamente. El París-Dakar, una competición diferente, abierta incluso a los sin títulos, y que conlleva un mensaje de apertura hacia el otro, llama la atención, sorprende y seduce. A lo largo de casi 30 años, muchas historias deportivas y humanas se fueron escribiendo

Dos años después, en 1979, monta la primera versión del rally París-Dakar. El 14 de enero de 1986 el helicóptero en el que supervisaba una zona de la competencia, en Malí, es envuelto por una tormenta de arena, choca con una duna de 30 metros de altura y acaba con la vida de él y 4 ocupantes más.
ARDE EL DESIERTO
Por supuesto, no para alentar a los competidores o para recibirlos con té en el desierto. Días antes, el 24 de diciembre del 2007, cuatro turistas franceses habían sido asesinados en la frontera entre Mauritania y Senegal, al parecer por miembros del BAQMI (Brazo de Al Qaeda en el Magreb Islámico). Eso hizo que el ministro de Exteriores de entonces,Bernard Kourchner, declarara a RTL, una radio francesa, “que podía haber otros atentados”.
Laurent Lachaux, miembro de ASO (Amaury Sport Organization, la empresa que organiza el evento), quien también se encuentra en Lima, relata que todos los años “hacen coordinaciones con los países” por donde pasa el Dakar, para garantizar la seguridad. Ese año había versiones sobre amenazas, pero no fue sino hasta que el gobierno de Nicolás Sarkozy se pronunció que se decidió dejar a los pilotos con los timones hechos.
El punto neurálgico, todo lo indicaba, era Mauritania, a donde el director del rally, Ettiene Lavigne, había viajado, en el mismo diciembre fatal. Las autoridades mauritanas, por cierto, le habían asegurado que todo estaba en orden, que 3.000 efectivos de seguridad velarían para que no existiera amenaza alguna entre la aridez y las dunas. Si uno ha estado en esos lares, sin embargo, sabe que el Sahara no siempre es un lugar tranquilo y arrobador.
Fue así como el rally salió de la escena africana. A pesar de que, recuerda Paz, había un piloto mauritano, llamado Mohamed Zeidane ould Soueid Ahmed, quien fue el único africano que llegó a la meta del Dakar en el 2007. Y a pesar de los millones que se perdieron en Atar, una ciudad al noroeste de dicho país, que ya se preparaba, como sucede ahora en Lima y otras ciudades, para beneficiarse de la fiebre festiva motorizada.
A SALTO DE DUNA
No era la primera vez, sin embargo, que por las arenas de la competencia asomaban amenazas, controversias e incluso desgracias (ver recuadro). En 1991, como reportó en su momento el diario El Mundo de España, Charles Cabannes, piloto de un camión de asistencia del rally, fue baleado en Malí, un país africano sacudido por un conflicto entre el ejército y los tuareg, un pueblo nómada que busca su independencia con las armas.
Si hoy, por ejemplo, al Dakar se le ocurriera volver a pasar por Malí, los riesgos se mantendrían. La rebelión tuareg recrudeció el 2012 e incluso fue tomada la legendaria ciudad de Tombuctú, foco espiritual e intelectual del Islam y del continente africano durante siglos. Ya antes, en el 2006, debido a los tumultuosos enfrentamientos que rondan la zona, el Dakar suspendió su paso por esta urbe, antes visitada afanosamente por turistas.
Episodios similares –de suspensión o alteración de recorridos– ocurrieron en el Chad (1992), Argelia (1993), Níger (1997) y
Egipto (2000). En todos los casos fue por el riesgo de toparse con enfrentamientos tribales, luchas intestinas o comandos integristas, a todos los cuales, ciertamente, el rally no les importa una acacia. Aún hoy en Argelia, y este cronista lo ha vivido, sumergirse en el desierto implica riesgos no desdeñables.
Otro frente todavía abierto en la ruta africana del Dakar está en el Sáhara Occidental. La zona, de una belleza inconmensurable y una soledad embriagadora, se encuentra en disputa entre Marruecos y el Frente Polisario (Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro), el movimiento que busca la independencia del pueblo saharaui desde 1979. Hay un alto al fuego entre ambos, que data de 1991, pero no una solución.
En las arenas solitarias de este territorio existe un muro de 2.000 kilómetros construido por el gobierno marroquí a partir de 1981 y hay miles de minas esparcidas, una de las cuales habría matado al piloto de camión del rally Laurent Gueguen, en 1996. El 22 de diciembre del 2000, el Polisario anunció que podría reanudar las acciones armadas si en enero del 2001 el Dakar volvía a ingresar, sin permiso, en lo que ellos consideran su territorio.
El dato proviene de un Informe de la ONU del 2002, en el cual se consigna que el rally París-Dakar “aumentó las tensiones en ese momento” entre Marruecos y los saharauis. Para el 2002, los organizadores pidieron permiso a ambas partes, pero no se pernoctó en el territorio en disputa, que se cruzó entre el 3 y 4 de enero “sin que se registraran incidentes”. El Polisario, final y felizmente, no alzó las armas ante el paso de los bólidos.
El Rally Dakar abandonó el desierto africano en el 2008. La decisión fue tomada por las amenazas terroristas, y las luchas tribales, y a la vez hizo evidente la diferencia entre correr en las demoledoras arenas del Sahara y los algo más amigables parajes de Perú, Chile y Argentina.


OTRAS ARENAS : ARGENTINA ,BOLIVIA, CHILE ,PERU.

Ahora bien, la llegada a Sudamérica del Dakar en el 2009, primero a Chile y Argentina, y desde el 2012 a Perú, ha desatado entusiasmos y comparaciones algo delirantes. Como aquella de que, prácticamente, no tenemos nada que envidiarle a la ruta anterior del rally africano .
El deslumbrante y agotador desierto africano es el más grande del mundo, se extiende a lo largo y ancho de más de 9 millones de kilómetros cuadrados y cruza los territorios de 11 países: Marruecos, Túnez, Argelia, Libia, Egipto, Chad, Mauritania, Níger, Malí, Sudán y la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), un país reconocido por unos 80 estados.
En varias partes, el Sahara está poblado de beduinos, nómades árabes del desierto, que por lo general andan con sus manadas de dromedarios o cabras, buscando fuentes de agua o alguna vegetación estacional. Forman grupos tribales, habitan en jaimas (carpas) y su ritual inevitable, signo de militante hospitalidad, es invitarte una tacita de té cuando los visitas. Hablan diversos dialectos del árabe, como el hassaniyya, el idioma de los saharauis.
Andan vestidos con un turbante, similar al que usan los tuareg (estos sí originarios del Sahara, a diferencia de los beduinos que provienen de la Península Arábiga). Ese es el origen el famoso símbolo del rally, que ahora innumerables personas lucen o que se vende por rumas en el Dakar Village, montado en la parte de la Costa Verde correspondiente a Magdalena. Sin esa pequeña prenda, la vida en el desierto se hace francamente imposible.
Sirve para protegerse del sol, para hacerse sombra en el cuerpo y para estar a salvo de las feroces tormentas de arena del Sahara ,En algunas zonas, se le denomina siroco, y tal como me comentaban en medio del Sahara unos pobladores saharauis, “cuando viene no queda más que meterse en una jaima y esperar”.
El catalán Roma y el franco-uruguayo Laurent Hazard, también participante en el Dakar en moto, saben de esa difícil presencia. Cuentan que eso hacía más difícil la aventura del rally africano, aun cuando reconocen que en Sudamérica hay otras dificultades, como subir a más de 4.000 metros en alguna zona entre Chile y Argentina y ahora Bolivia.
Con todo, un extravío en el Sahara, o en otros desiertos colindantes, puede ser fatal, por la extensión, por la falta de servicios, por la desolación. Como comenta Hazard, “acá (en Sudamérica) la gente tiene más afición, hay pueblos más cercanos”. En África, la salvación no está tan cerca.

¿SOLIDARIOS Y SOLITARIOS?

Tampoco hay hospitales en los pueblos cercanos para atenderse en caso de una gran emergencia, lo que abre la mirada a una controversia que también ha acompañado al Dakar durante años: ¿por qué hacer esta supercompetencia, millonaria, en un continente sembrado de miseria?
En Argentina, por ejemplo, la Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM) ha criticado el hecho de que la ruta constantemente se cambie y se mantenga en secreto, algo que, según ellos, no garantiza la conservación. Para neutralizar esas tormentas, ASO ha creado la Fundación Dakar Solidario, que apoya a las poblaciones que están en el recorrido del rally. En Lima, se han vinculado con el ya conocido proyecto 'Un techo para mi país'.
Nani Roma, por último, afirma que, a pesar de todo, en el 2000 el Dakar contribuyó nada menos que al 13% del PBI de Níger, uno de los países más pobres del mundo. Aunque la polémica no se detendrá, y los riesgos y las injusticias son reales, lo que parece innegable es la pasión que desata esta megacompetencia. Al punto que alguien tan singular como Gadafi toleró por años el rally, sin remordimiento alguno.
57 VÍCTIMAS
Desde su creación, el rally París-Dakar (ahora solo Dakar) ha dejado 57 víctimas. La primera fue el motociclista francés Patrick Dodin, quien falleció en la primera versión (1979), y la última el también motociclista colombiano Mauricio Saldarriaga, quien no participaba pero que murió al tratar de subir a una duna.
El año más trágico fue 1986. Aparte del propio Sabine, inspirador del Dakar y sus 4 acompañantes (entre ellos la periodista Nathalie Odent), murieron los motociclistasYasuko Kaneko (Japón) y Giampaolo Marinoni (Italia).
Los espectadores o habitantes de la ruta del rally también han sido víctimas. En 1984, una mujer fue atropellada por una Range Rover. En 1985 fue una niña nigeriana y en 1988 una niña en Malí, y una madre y su hijo en Mauritania.
Para 1990, ya habían muerto 6 periodistas y seguía el conteo. En la versión 1994 murió un niño senegalés y en 1996 una niña guineana. En 1998, el choque con un taxi provocó 4 muertos en Mauritania. Y en el 2006 dos niños más murieron arrollados en este país.
En el año 2011 falleció un piloto argentino de quadratrack en la provincia de Buenos Aires y en un camino vecinal cercano a Tinogasta Argentina cerca del vivac de  Fiambalá un camión de apoyo chocó con una camioneta Rastrojero pereciendo el chofer de éste último .
Pero, así como el rally tiene ese rastro de tragedia, también lo tiene de altruismo. Ari Pieti Uolevi Vatanen, piloto finlandés que actualmente es miembro del Parlamento Europeo, lo ganó 4 veces, mientras llevaba en su auto una insignia que decía “No a la pena de muerte”.
DAKAR EN AMERICA
El Rally Dakar, que se realizaba en África, era una competencia de referencia dentro de la actividad del mundo a motor para la región, pero quiso el destino que desde hace seis años el ‘gran circo’ se trasladara a tierras Latinoamericanas, surcando lugares paradisíacos, imponentes y difíciles de Argentina ,Perú  y Chile y en el próximo año 2014 se agrega Bolivia pasando por el departamento de Potosí pero sólo para motocicletas y quadratracks . Perú no esta contemplado en éste nuevo recorrido .
Un cambio que le ha permitido a los habitantes de Sudamérica y en particular para los sureños de Bolivia  sentirlo como un evento más cercano y posible, y no parte de la utopía y de sueños irrealizables.
Un experto, el portugués Carlos Sousa, quien había contemplado el retiro en 2010, tras haber transitado con éxito con Mitsubishi, Nissan y Volkswagen, logrando incluso una cuarta posición en el año 2003. Él, un hombre sencillo con sus palabras claras, ayuda a entender qué se esconde detrás de una competencia de estas características. “Definitivamente hay que estar loco para enfrentarse todos los años a una prueba tan exigente. Siempre me pregunto, qué estoy haciendo acá, con este calor, y arriesgando mi vida”, dice el corredor.
Enfrentado al peligro, Carlos Sousa cree que si bien el talento, una buena capacidad física y el entendimiento con el copiloto son fundamentales para llegar a la meta, una clave importante es adelantarse a lo que puede suceder, pues afirma que “en muchas etapas de un tramo la visibilidad es nula y tengo que decirlo, gran parte del Rally Dakar se hace a través de la intuición”.
Entonces, ¿qué es lo que anima a estos hombres a seguir adelante? Carlos tiene la respuesta: “La pasión. Lo hago porque me gusta y quizás porque me atraen los riesgos. No hay otra explicación. Quizás podría jugar golf y ganar más dinero, pero esto es lo que me gusta y lo que hago bien”.
El hecho de haber competido tanto en África como en Latinoamérica le permiten hablar con juicio de las diferencias. “Las hay entre un lugar y otro. En África las dificultades eran mayores, pues acá en América Latina uno tiene la posibilidad de dormir en hoteles y comer bien, mientras que allá es muy duro, pues nos toca quedarnos en el campamento. Además, uno sabe que acá, si tiene algún inconveniente, siempre llega alguien a ayudarlo, porque es muy común ver pobladores en diferentes lugares de la jornada. En cambio, en África, había que tener raciones, pues fácilmente uno podía quedar una o dos noches en medio del desierto”.
Un aspecto fundamental es la convivencia con el copiloto y Souza explica muy bien qué es lo que sucede dentro del habitáculo, en jornadas tan extensas, en las que no hay espacio para la conversación. “En el carro solo hablamos lo esencial. Él lee las notas y yo le pido la comida y agua para hidratarme. Uno no puede estresar al copiloto, pues como los tramos son secretos, una mala lectura del libro de ruta nos puede llevar a perdernos o causar un accidente. Lo que sí es importante es motivarlo siempre, pues la armonía es fundamental dentro de la cabina”.
La llegada de la competencia a la región les ha permitido a más latinoamericanos tener acceso a la misma
Competir en un Dakar se ha convertido en el objetivo de muchos pilotos, pero para hacerlo de manera profesional, Carlos Sousa viejo piloto portugués tiene un concepto contundente y un mensaje para quienes así lo desean. “Primero que todo deben concientizarse de que no van a dormir bien y que hay muchos riesgos y accidentes mortales, sobretodo en la motos. Es mejor, cuando se viene, pensar en lo peor y estar preparado para todo. Además, hay que tener en cuenta que los costos son muy altos y que esto no es posible para una persona cualquiera. Además de una buena preparación física, se necesita una chequera muy grande, estamos hablando entre 650 mil a un millón de euros”. Afirma, antes de terminar diciendo que “cuando cruzo la meta siempre me digo, por fin terminó esto”.
EL DAKAR PASANDO POR TUPIZA BOLIVIA
DEL SAHARA A LOS CERROS COLORADOS
Es lo más trascendental en lo deportivo que podría ocurrir a éste antiguo pueblo, que vive emocionado el desarrollo del evento, aunque sabe que todo es veloz,efímero y rápido y que sus cerros colorados serán mudos testigos de la fugaz presencia de máquinas y pilotos ,vivirá intensamente  esos momentos desde los cerros, quebradas,curvas del camino, ríos ,puentes, chacras,recostado entreverado en los maizales, los sauces y molles , verá pasar ráudamente la caravana y pensará que soñar es vivir y que los sueños se convirtieron en realidad .

Fuentes, de la red de Internet,Wikipedia,R. Escoba, periodistas fotógrafos y aficionados anónimos .

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