RECUERDOS DE LA NIÑEZ por Octavio Sandino 2013
LA COMPARSA "CORAZONES UNIDOS " - COTAGAITA 1953
Són muchos sobres los de ésta caja de cartón.
Primera parte
–EL VIAJE DE TUPIZA A COTAGAITA
Empecé a revisar un pequeño sobre cuyo sello y estampilla
era del año cincuenta.
No tenía nada
de raro ,las fotografías las guardaba mi padre de esa manera, con una pequeña
leyenda del lugar ,el mes y el año, en sobres de cartas descartadas .
La breve
escritura decía Cotagaita, año
1953,Carnaval y una línea agregada con tinta de otro color expresaba
“carnavales eran los de antes “,seguramente lo escribió después .
Cuando ví las
fotos que componen el motivo de estas líneas , empecé a recordar aquel lejano
viaje ,algo quedó en la retina,tenía 7 años de edad, recién había ingresado al tercer curso de primaria
en la 7 de noviembre y con las vacaciones aún frescas .
La foto
estaba en mis manos .Era exactamente
para carnaval .No recuerdo dónde fué tomada. Es un grupo de gente a quienes
con atención aunque no sé como se llamaban los recuerdo. Cómo mi padre no está
en una de ellas seguro que él la tomó .En algún lugar de la calle. Cómo en las
canciones, el que toca nunca baila, el que saca la fotografía no sale en ella Aunque
esa cámara también tenía un disparador automático ,digo yo.
El año pasado
2012 casi a fin de año en el viaje que hice a Tupiza para reunirme con mis
ex compañeros de colegio por los 50 años
de bachillerato, viajé hacia Cotagaita .Pero no llevé la foto en esa oportunidad
Cuándo toqué ,ésta
vez, la puerta de la casa donde paramos aquel año 1953, nadie salió a abrirnos,
el ladrido del perro ,las voces de niños se escuchaban. Trás convencerme que no
podría ingresar después de 60 años a la casa que fué de doña Rosa Rasguido miré hacia
la plaza, al final de la calle .
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Cotagaita 2012 - Casa de Rosa Rasguido-sentado el autor
![]() Casa de Rosa Rasguido al fondo,a la izquierda vereda de la iglesia |
La iglesia comienza en la plaza y termina su
pared lateral a unos 50 metros al norte, en diagonal vivía doña Rosa en la
esquina .Sinceramente lo dimensional no cerraba. De chico uno cree que las
cosas son más grandes .Después no escuché nada, se fueron todos los sonidos. Esa
tarde ,recién llegado a Cotagaita me detuve en una esquina antigua, deshabitada una de las pocas que
quedan ,de otra casa vecina me indicarón dónde quedaba la casa de tía Rosa
,ella reclamaba que le digamos tía ,mi madre decía que no era así, vaya a
saberlo uno, tenía unos campos cerca en Tocla .Pareciera que nada había
cambiado desde hace mucho tiempo, la
casa era sencilla, el zaguán en la ochava, la puerta vieja con aldaba, había un
patio central, un árbol de granada, otro más grande, las piezas alrededor, otro
zaguán, otro patio y en él un horno, las gallinas y seguramente las monturas o
aperos de labranza .
Los árboles de la plaza se mecían con la melodía de siempre traida por el viento tibio de noviembre.
En aquél
sábado lejano no recuerdo de los preparativos, a esa edad sólo se pregunta
mucho ,y se obedece más ,en esa tarde había
que subir al camión. En que momento nos alistamos no sé .Mi madre y mis cuatro hermanos
,Elva mayor, Delia, Lalo y Carlitos el
benjamín me miraban detrás del vidrio de
la cabina .Yo estaba arriba de ese camión ,y pasaría un buen tiempo antes que
mi padre que no paraba de conversar con el chofer subiera a mi lado, encima de
unas bolsas y con grandes canastos vacíos cónicos que seguramente eran para
traer uva o membrillos al regreso ,todos viajaban agazapados o echados me acomodé como pude,
el chofer tras lidiar con la manija de la puerta se aventuró a arrancar el
motor del camión éste tosió y una humareda áspera llenó el ambiente, como un
jamelgo entristecido trató de avanzar, lo consiguió a duras penas, en sus
barandas con tiza escritas decía :HOY SALE A COTAGAITA .Yo estaba feliz.
Toda la
ansiedad y curiosidad se convirtieron en alegría ,duró poco ,el camión se
detuvo y no arrancó más ,los pasajeros
se pararon y exhalaron un oh ¡ de fastidio o resignación ,alguien
dijo,"con razon que está parado más de una semana esperando carga y pasajeros ..."; Forcejeando con la manivela y al final
empujando arrancó nuestra nave insignia y en un santiamén estuvo cruzando las
vías del final de la calle .
Siguieron los
barquinazos, las barandas se meneaban de lado a lado aumentaron las voces, las risas, las bromas , apenas
cruzado el río y ya en la avenida llena de sauces un cauce que se llenaba de agua cuándo llovía reconocí
que estábamos en Remedios a un escaso kilómetro o menos de
distancia de Tupiza, es un hábito arraigado
de estos viajes, detenerse para todo a comer y beber, así que paró el camion pero no consiguieron nada El viaje continuó
,siguieron las voces, las risas y las bromas ,yo me dormí .
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Año 2012 Camino a Cotagaita |
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Antes de cruzar el río Cotagaita |
![]() |
Tupiza -Villa de Remedios -Iglesia |
(Nota 1.-De
Tupiza a Cotagaita hay 80 ó más kilómetros de distancia,antiguos caminos de tierra de los caballos,las recuas o los carruajes,casi todo el recorrido
atravesaba cauces secos siempre de sur a norte o viceversa y alguna cuesta donde
ronronea como huaironco el motor, ululando cuando hace algún cambio en la
marcha, en esos tiempos después de la
diligencia a caballos ir en camión era normal. Pasada la guerra del Chaco y con
los viajes a las minas iba creciendo la cultura motorizada ,los camiones eran
capaces de afrontar los duros caminos, subir las pendientes y cuestas y llevar
una carga importante Casi siempre sobre ésta iban los pasajeros recostados,
cubiertos con las mantas de viaje, ponchos y todo aquellos que sirva para
mitigar el frío ,una carpa impermeable
servía para la lluvia. Quedabas arriba con el cielo por testigo y una capa de
polvo en el rostro.
El chofer era
un personaje, algunos combatieron en la guerra o sirvieron de mecánicos o
choferes , con la ropa llena de tierra y manchas de grasa , coronadas por un
sombrero ,boina o gorra tipo ingles con visera que las traían de La Quiaca le daban apariencia muy
particular y rápidamente cambiaban una goma, o se zambullían bajo el camión
ante cualquier desperfecto .Le decíamos maestrito derivado de maestro, el
volante y el embrague no tenían dirección asistida así que los músculos
competían con el vientre de estos señores ,un muchachuelo tiznado, harapiento y
sucio era su ayudante y el encargado de saltar rápidamente de la carrocería y
poner una piedra en la rueda, cuándo el camión se detenía por el esfuerzo en
alguna cuesta ,también recibía todas las imprecaciones y gritos del maestrito
que provocaban la risa de los pasajeros, en estos tramos no existía ningún tipo
de auxilio, comida o combustible ,si éste faltaba a la vera de la ruta había
que esperar que pase otro vehículo, tras el consabido ruego por el préstamo ó venta
se trasvasaba del tanque o turril en una
lata y así se solucionaba el problema ,en el caso de una goma, poner los chocos
en las ruedas o dónde el gato, así llamaban a unos pedazos de madera gruesos o
piedras, bajar a todos los pasajeros, para parchar las pinchaduras de una
espina muy gruesa y dura que atraviesa cualquier neumático.)
Continuará
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