- RECORDANDO LAS VIVENCIAS -
Escribe Octavio Sandino
Cuándo trabajaba en la Provincia de Salta Argentina, en el parque industrial, necesitábamos
carbón vegetal ,Diego,encargado de compras, me dice-- ya lo tengo, vamos dónde
Felipe que vive cerca y tiene
una carbonería es muy correcto y es tu paisano –
Y así fue que nos
reencontramos con Felipe, que hacía varios años vino a Argentina y se quedó a
vivir en Salta, en Tupiza sólo nos saludábamos, el era adulto joven, mayor que
yo y uno de sus hermanos menores había
sido compañero en la escuela primaria . Fué inmediato recordar y asociar nuestras vidas , me dijo ,vos
y yo somos cómo familia pués tu abuelo
el Dr. Cristóbal era el padrino de
casamiento de mi padre Emilio , yo no lo sabía,
así se selló nuestra amistad .
Cuándo alguna vez en
Salta iba a su casa siempre decía--ya
pongo un sábalo a las brasas,--era su comida favorita, la pescadería quedaba
cerca , su padre de orígen sirio que había emigrado a Tupiza tenía varios hábitos ancestrales que los cumplía y
que seguramente los inculcaba ,entre otros , el no comer carne de cerdo .
Otra vez vez hablando de pescados recordaba que en su
juventud , viajarón desde Tupiza hasta
Villamontes para traer pescado y venderlo, pero algo pasó y de esa manera
comienza este relato .Me gustó la historia Todas las situaciones fueron reales, me las comentó así
Félipe falleció el año
2012 a la edad de 73 años , la última vez que conversamos fue por el 2002.
EL CAMINO DE SUARURO
#1 - MUY CERCA DEL GRAN RIO
Camioneta 4 x4 Willys de los 50s |
Con un último ronquido
y en medio de una nube de tierra y polvo el vehículo se detuvo, con ese estertor cesaron las vibraciones ,la noche estaba fría y estrellada , apareció
un poco de niebla, el olor del escape y el
rumor del río ocuparon poco a poco los
sentidos ,un bostezo contenido y un grito ininteligible salió de Felipe .
---uou ….por fin Río Pilcomayuuu ¡--
Angosto del Pilcomayo-Camino construido durante la guerra del Chaco |
Despues de haber manejado desde Tupiza muchas horas en
un viaje que ya llevaba más de 2 dias y varias
semanas de preparativos habían llegado
al Pilcomayo estaban cerca del angosto .
Benito abrió la
puerta y rompió el silencio—ya era hora-- parió la burra - ---,la pucha que queda lejos,
-tengo la espalda torcida, los pies acalambrados, la barriga dando vueltas,
aguántandome los cuezcos para no matarlos en la cabina y un sueño atroz hermano, parecía todo
interminable –matecito de manzanilla por favor
--y soltó una corta y fuerte carcajada.—Que vengan los pescados
aurita,ya ¡--
--Yo les dije
–contesto Felipe caminando tambaleante ,--no es ahicito ,las bolas después de
esto quedan aplastadas para todo el viaje --
Se sacó el chulo y se
ajustó la chompa que la noche la hacía
aún más oscura ,escupió el acullico de coca .
Bordeando el Pilcomayo |
No se veía nada una
vez que hubo apagado los faroles del
vehículo ,el último olor ácido de la gasolina se expandió confundiéndose
con los olores del campo, allá abajo al fondo de la barranca yacía el Pilcomayo
,al día siguiente irían a buscar los
ansiados pescados sábalos y luego dar la vuelta sin parar hasta llegar a Tupiza
y poder venderlos . Encendió la linterna
Jorge se despertó ,abrió la puerta del jeep y tímidamente preguntó -- ¿ ya llegamos ? ----
una risotada de Benito en el acto –flor
de ayudante tenemos ,que esperabas ,tarjeta de invitación con banda de latapucus
para despertar ¡¡ --risa corta y grave .
A unos pasos la pequeña luz del rancho cercano y un fuego encendido se
adormecían rompiendo la
oscuridad, el ladrido del perro fue breve , a escasos metros del camino ,una
chapapa de palmas sobre un promontorio
aplanado al pie de la ladera abrigaba la
columna de humo ,el olor a pescado asado llegó con la brisa .
Una voz saludó y un tanto más atrás sólo el gruñir
del perro denotó que alguien se
aproximaba .
--Hay sabalito en el fuego ,señores , con mote hervio – dijo cuando estuvo frente
a frente
--Es lo único que hay
– antes que se vayan de guelta a su pago —
Felipe aclarando la
voz le dijo –Buenas—cómo estás – venimos
a comprar pescado ---
El mataco , arropado
con un saco viejo que le quedaba grande y la mejilla hinchada por el amasijo de
coca le dijo irónico .
El gran Río antes de salir al llano |
--guenas doncito –este
año nu hay pescaditos en el pilcomayu , orillaron muchos muertos y ahora no aparecen nada ,ingual que hace 3
años,no sabimos que pasa pero en verda nu
hay ---
---Mas abajo, en el
chacu tampoco hay –
--Mi cumpa que vino ayer de Villamontes mi dijo ,nu hay cumpa,nu hay –
--castigo de Ama Iya,(dios
de la lluvia ) muchos venenos de las menas , la copagira y dinamita de jorasteros –
Jorge miraba al suelo
y Benito se animó a decir
El gran río Pilcomayo en el llano |
—seguro maestrito
?—así mañana avanzamos al pueblo-
--siguro maistro –pero
si quiere ir vaya no seiga desconfiao .
-- La onica verdad es
que no hay pescados en este río , nos maldijo Mboekua-
--quién ?—
--el dios del mal – y
se agachó sobre el fuego .
Sentados sobre unas piedras, y un largo tronco a la
luz de las leñas que chisporroteaban comieron
en silencio los pescados, atentos a no atragantarse ,el mataco que los acompañaba engullía los trozos de pescado y
mecánicamente iba escupiendo las espinas .
--Con cuidado , con cuidado no se apresuren muchachos—si se
atragantan una espina el mataco los va a colgar de las patas hasta hacerlos
vomitar –-
--No tiene ulupica ?
--el mataco movió negativamente la cabeza.
--pasame sal --
La grasa les corría a
todos por el mentón y la barba de varios días con el polvo del camino era un solo amasijo .
El lampión , lata de conservas con una mecha apenas alumbraba y echaba mucho hollin onduladamente ,terminaron de comer sin hablar ,sólo las
escupidas y atragantadas disipadas con
tosidos fueron los únicos ruidos .
Un pedazo de huaype
sirvió de servilleta para los tres amigos.
--Armemos algo para
dormir—
--Atá la carpa a la
baranda y a esa rama ,por detrás—
Pescados a la brasa |
--Que hacemos con el
cajón con hielo ?—tiene agua –
--Esperar--
Sacudieron la carpa
que estaba impregnada de tierra , una parte quedó en el suelo y la otra como
techo ,tal cómo estaban vestidos se
echaron sobre la lona ,y 2 pullos que traían les sirvió de cobijo .Jorge se fue
a un matorral cercano con sus urgencias .
El perro enroscado
junto al fuego lanzó un gruñido con poco entusiasmo ,
sólo se escuchaban el crepitar de la leña ardiendo y el ruido del río cuándo se iba la brisa .
Felipe , echado y pensativo alcanzaba a ver el cielo estrellado .
Mortandad en la orilla |
No hay comentarios:
Publicar un comentario