Escribe octavio sandino
LOS CABALLOS DE LOS CHICHAS
Los
españoles llegaron a las costas de América en sus carabelas En ellas traían no
solamente a hombres dispuestos a conquistar imperios con la pólvora y la
espada, sino que también traían consigo semillas ,plantas, animales ,cerdos
,burros, cabras, ovejas, vacas , bueyes y principalmente caballos .Los primeros
tiempos de la conquista se hicieron a caballo que fue un arma decisiva y
favorable para los conquistadores .
Desde los
inicios de la etapa colonial, el transporte jugó un papel esencial en la
integración del espacio económico altoperuano generado a partir del desarrollo
de los mercados mineros .La arriería fue la actividad primordial en el
transporte de bienes y ganado, el arriero trabajaba bajo relación de
dependencia o bien trasladando su propio ganado .
Arriería
se aplica al transporte generalmente de ganado en pie y mercadería para su
venta ,constituyendo de éste modo toda una especialidad laboral ,ser baqueano
era imprescindible, conocer la zona buscando lugares fértiles, con pastos y
aguadas , por los caminos más cortos y seguros para los animales para que
no sufran pérdidas ,especialmente las vacas, mulas y caballos necesitaban
más atención que los burros y mulas con carga inerte .
Cerca de Bolivar ,Tupiza |
La región
de los Chichas ,la quebrada de Humahuaca al sur y los caminos al norte y este
por Cotagaita Vitichi ,o los de Tarija,Camargo y la puna fuerón el
escenario natural para que se desarrolle esta actividad , los lugares con
pastos y agua eran los preferidos para elegir caminos.
Si bien
existían distintos senderos y caminos que atravesaban el territorio de la
jurisdicción y que las poblaciones locales continuaban usando, desde temprano
se utilizaba un camino principal para el transporte de mercancía a lomo de
mulas o de ganado en pie. la mayor parte de su trayecto era una
continuidad de las antiguas rutas prehispánicas. En Jujuy, la mercancía
llegaba en carretas y, una vez cargada en las mulas, las tropas partían hacia
el norte por la ruta de la Quebrada de Humahuaca, que contaba con agua y pasturas
en todo el trayecto. El camino bordeaba el río Grande para trepar hasta 2000
metros de altura sobre el nivel del mar en la zona de Volcán y continuar el
ascenso a la Puna. Este camino natural, labrado por el río, estaba protegido de
las inclemencias climáticas del ambiente puneño, aunque su circulación se
complicaba en verano por las lluvias. Desde Volcán, el camino siguiendo el río
alcanzaba a Humahuaca. Desde allí, se dirigía por la quebrada de la Cueva
siguiendo el curso de su río y por el abra de Cortaderas trepaba a la
altiplanicie, desde donde bordeaba la ladera occidental de la Serranía de Santa
Victoria y llegaba a Yavi. Ya en la Puna (Altiplano), la ruta de los arrieros
pasaba por Mojo (lugar con pastura y agua) y Nazareno, hasta el valle de Suipacha
(que tenía buenas aguadas y pasturas) y arribaba a Tupiza. Este era
un poblado importante en donde se juntaban varios caminos. El principal seguía
a Santiago de Cotagaita, Potosí y Chuquisaca. El otro, ascendía partiendo de
Tupiza llegaba a Uyuni y de allí al norte, por el oriente del lago Poopó hasta
Oruro, La Paz y cruzaba al Perú por Desaguadero al sur del lago Titicaca
En los Chichas o
Lípez., más cercanos a la jurisdicción de Jujuy, requerían de ganado en pie y
ejes de ingenio y productos agrícolas (maíz, trigo, papas, chuño) y sus
derivados como harinas y bizcochos, cecinas, charqui, cueros, además de llamas, leña y sal .
Hacia Potosí
y sus alrededores los bienes trajinados involucraban especialmente a las mulas
(cuyo tráfico fue creciendo a medida que Córdoba y Santa Fe se fueron
consolidando como zona de cría), ganado vacuno en pie, objetos de madera (ejes
y piezas que conformaban los trapiches utilizados en los ingenios minerosl),
algunos esclavos y en la segunda mitad del siglo la yerba mate proveniente de
Paraguay. El ganado en pie solía ser vendido en el paraje de La Lava (cercana a
Potosí) o continuaba viaje hasta Jauja en el Perú. De vuelta, los arrieros
podían traer cargas de efectos de Castilla ingresados por Lima y textiles del
Perú.
En los
primeros tiempos del tráfico colonial, los animales de carga de origen europeo
no eran suficientes para cubrir la demanda de la creciente circulación; en
algunos casos no se adaptaban demasiado bien a las duras condiciones de los
caminos de altura. En esos momentos, la mula (animal principal de carga en los
circuitos coloniales) alcanzaba altos precios de mercado, precio que fue disminuyendo
a lo largo del siglo XVII cuando su cría se generalizó y se extendió en Córdoba
y Santa Fe
Los
españoles dependieron de la provisión de ganado de carga prehispánico o de “la
tierra” que todavía existía en abundancia en las tierras altas. En los primeros
años, las llamas tuvieron gran importancia para la circulación mercantil y los
españoles tuvieron que asentar en ellas el transporte de carga de bienes y
comida.
A
diferencia de otro ganado europeo, las llamas estaban mejor adaptadas a los
ambientes altos y áridos de la Puna, consumían forraje natural y no precisaban
un elevado número de hombres para guiarlas
Esto
permitió una fuerte presencia de indígenas en la actividad, característica que
se mantendrá a lo largo de la etapa colonial, ya que el manejo de una
tropa para la caravana
exigía
una tecnología adecuada para su crianza y domesticación como animales de
cargas
sumado al
conocimiento de los caminos, aguadas, pasos, pascanas y tambos.
De esta
manera, los indígenas adquirieron un papel clave en la temprana circulación
mercantil a través del uso de los rebaños de camélidos cuya propiedad no habían
perdido con la conquista.
A lo
largo del siglo XVII el uso del ganado europeo para el transporte se fue
generalizando, debido a la baja en el precio de las mulas y por el hecho de que
la mula tenía mayor capacidad de carga que las llamas. Los
pueblos de indios fueron sumando a su ganado tradicional especies de cargas
europeas
La mayor
parte de los habitantes poseían mulas y animales para el transporte, y una
parte de ellos transportaban animales en pie, aunque no todos los que poseían
mulas eran arrieros de oficio
Los que
tenían mayor capacidad de carga eran los encomenderos y dueños de haciendas y,
en general, estos animales se utilizaban para transportar a los mercados
mineros la propia producción u otro tipo de mercancías o animales en pie que
compraban en otras regiones. Entre los pequeños y medianos arrieros se
destacaban algunos indios, tanto forasteros como los pertenecientes
a encomiendas de la región. Sus recuas podían reunir entre 70 y 15
animales
A partir
de la adquisición del ganado europeo, muchos de los integrantes de las
comunidades indígenas se transformaron en dueños de recuas de mulas y
participaban activamente en el negocio de los fletes.
¿Qué
características tenía su participación en esta actividad? Una de las
principales, fue el hecho de que ella era una actividad que se realizaba en
forma individual y no comunitaria. La posesión de los animales y los contratos
con terceros los realizaba cada arriero, se juntaban varios de ellos para
realizar un solo viaje. Por ejemplo, en 1662 la Cofradía de Nuestra Señora de
Copacabana de Omaguaca encargó a sus mayordomos la compra de un órgano en
Potosí, instrumento de alto valor y que en parte fue financiado con la
venta y el transporte de yerba mate del Paraguay a Potosí.
El
transporte de la mercancía se realizó en 100 mulas. La mayoría fue aportada por
el cacique y mayordomo de la cofradía Don Andrés Choque, y la recua completada
con los animales de varios tributarios del pueblo de Humahuaca
El avío
de la gente que participaba en el viaje se pactaba aparte y normalmente era
pagado en plata y por adelantado. Si bien el transporte de bienes para terceros
aparece como la actividad más importante de vinculación a Potosí, las fuentes
muestran que a este mercado también se llevaba algún tipo de producción local:
En
general, los contratos de arriería registrados en los protocolos notariales
muestran que sus principales beneficiarios eran indígenas, especialmente los
caciques o sus familiares quienes poseían un mayor número de animales. Pero,
también ellos aprovechaban las mejores posibilidades que tenían de establecer
relaciones con encomenderos y comerciantes
Durante
las primeras décadas del siglo XVII, existió un período de transición entre el
tráfico caravanero tradicional y la arriería colonial, en la cual convivieron
los camélidos con el ganado europeo.
Al
mantener la propiedad de las llamas, los indígenas tanto pudieron desempeñarse
como fleteros especializados, como trabajar en tareas de arriería para el
encomendero (pagando su tributo como servicio personal) o en algunos casos
transportar y vender parte de su propia producción.
Las llamas en Chacrahuasi, mi madre y hermanos |
Los
indígenas llegaban a disponer de dinero para comprarlos por la venta de
sus camélidos o su uso para fletes, actividades que les permitían obtener
dinero que se “invertía” en la compra de animales europeos
Otro modo
era contratándose para terceros en diferentes trabajos y recibiendo en pago
animales:
OCASO DE LOS ARRIEROS
En las
primeras décadas del siglo XIX, la arriería, vital para la vida económica del
espacio andino decayó ante los problemas que acarrearon la guerra de la
Independencia.
En este
proceso, llevó el peso de la guerra ya que su territorio fue uno de los
escenarios principales y zona de continua ocupación de los dos ejércitos en
pugna .
De diferentes
modos, la población tuvo que sostener el mantenimiento del Ejército Auxiliar
enviado desde Buenos Aires( tanto en Argentina cómo en Bolivia), a liberar a la
región andina de la presencia de las tropas realistas, debiendo contribuir con
comida, animales, dinero y diferentes productos.
Los
arrieros tuvieron un papel importante por sus servicios, sumado al conocimiento
de las rutas con el Alto Perú. Por ejemplo, en Octubre de 1810, el arribo del
Ejército Auxiliar a Jujuy ya planteó la necesidad de contribuir con
arrieros en el apoyo de las acciones. Fue el arrieraje de Jujuy el que,
con sus mulas, se encargó de desplazar los pertrechos del ejército hasta Tupiza,
Oruro y Potosí .En Chichas también existían grandes caballadas y jinetes .
Al llegar
a esas ciudades los arrieros se encontraban ante la penosa situación de que los
cabildos del Alto Perú no reconocían sus gastos, o sólo les entregaban algún
dinero a cuenta de los fletes para que continuaran el camino trás el ejército .
Las
consecuencias de los conflictos armados fueron devastadoras para los arrieros
en general, y por consiguiente para la arriería indígena y criolla .
Algunos
de los pueblos de indios más importantes quedaron en las líneas de avance de
los ejércitos, su ganado fue confiscado por las autoridades militares los
arrieros se retiraban a vivir lejos de las zonas de conflicto para evitar la
confiscación que hacían los ejércitos de hombres y animales:
Esto
precipitó la decadencia del comercio interregional durante los años del
conflicto armado.
si bien,
la finalización del periodo de guerra y el retorno de la paz reactivaron el
tráfico y la circulación y la arriería se mantuvo como una actividad económica
importante hasta su desplazamiento por el ferrocarril; sin embargo, la
arriería indígena comenzó su declinación mucho antes.
La
utilización de los rebaños de camélidos indígenas para el transporte de
mercancías permitió no sólo acceder al dinero para el pago del tributo sino
también para la compra del ganado europeo de transporte, especialmente de mulas
que fueron reemplazando paulatinamente a las llamas en los circuitos
coloniales.
Así, la
participación indígena en la arriería se consolidó a lo largo del siglo XVII y
se mantuvo hasta comienzos del Siglo XIX,en ese momento los problemas derivados
de las Guerras de la Independencia y la posterior disolución de las comunidades
indígenas con la consiguiente pérdida de las tierras comunales terminen
definitivamente con ella.
Todo ésto
evidencia la importante participación en la vida económica,social y cultural
del transporte y los arrieros,en particular para diferentes zonas y pueblos
enraizaron las fiestas entremezcladas entre lo religioso y pagano,dónde
tener caballo y ser hombre de a caballo era muy importante,los jinetes podían
desplazarse grandes distancias para cumplir con sus compromisos de devoción y
fé que para ellos eran muy importantes y determinaban su religiosidad por los
caminos .
Pasados los siglos y los años ,venidos a menos el transporte a caballo fuerón perdiendo importancia éstos animales y disminuyó dramáticamente su número,primero el ferrocarril,luego los automotores influyeron para su poca utilización,quédando sólo útiles para las tareas agrícolas en los campos,su antiguo señorío de recorrer grandes distancias fué ahora relegada a ser ayudantes del campo,también influyó en la cantidad de jinetes la migración humana a las ciudades , otra razón más para éste ocaso .
Desde la banda he venido cruzando ríos crecidos
Desde la banda he venido con mi cholita en las ancas...
Wili Alfaro músico tupiceño ha hecho la bella composición :TONADA PARA REMEDIOS
http://www.youtube.com/watch?v=fBplucRt6nQ
Pasados los siglos y los años ,venidos a menos el transporte a caballo fuerón perdiendo importancia éstos animales y disminuyó dramáticamente su número,primero el ferrocarril,luego los automotores influyeron para su poca utilización,quédando sólo útiles para las tareas agrícolas en los campos,su antiguo señorío de recorrer grandes distancias fué ahora relegada a ser ayudantes del campo,también influyó en la cantidad de jinetes la migración humana a las ciudades , otra razón más para éste ocaso .
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Humberto Bernal en la finca de Palala,foto tomada por mi padre Octavio Sandino |
Alberto Salinas en La Torre-ex-compañero de la Promo 62 |
Pero tambien conformaron una personalidad especial a casi todas las personas que estuvieron cerca de ellos ,las palabras,los modismos,los nombres,los utensilios que se utilizaban,los aperos,frenos cinchas, las monturas ,los tejidos que se hacían en los telares,los hilados hechos en los caminos,la puska,las herraduras,los cueros de oveja ,estribos ,lazos,alforjas,pellones y piezas de madera .
En particular muy niño en Suipacha ví de tan cerca herrar a un caballo en la calle,en esa esquina que decían era de la plaza,no me olvido,cuándo con un lazo el baqueano le impidió al caballo atado a un poste que mueva la pata doblada,el cuchillo con el que cortó el vaso,cómo entre las piernas atrapó la pata y despues de martillar esos largos clavos los doblo con la tenaza.Quién lo hizo,muy práctico y rápido nos permitió a los niños vivir una experiencia inolvidable.
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Aún podemos ver los caballos en una de las pocas fiestas religiosas y ecuestres de Tupiza ,la de Reyes y de la Virgen de los Remedios,en una villa al norte de Tupiza también llamada Villa Remedios apenas separada por el río cada comienzo de año dónde se juntan caballos y jinetes tratando de revivir viejas costumbres,atravesando el río cuándo está crecido,tocando el jinete el erque y la caja,con una cholita en las ancas y cantando viejas coplas cómo estas :
Desde la banda he venido con mi cholita en las ancas...
Wili Alfaro músico tupiceño ha hecho la bella composición :TONADA PARA REMEDIOS
haga click para escucharla
dhttp://www.youtube.com/watch?v=ohTbksUyCP8
Fuente parcial G. Sica, Alonso,Wili Alfaro,fotos propias, amigos y red
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