lunes, 6 de enero de 2014

CABALLOS Y MOTORES - LOS CABALLOS DE LOS CHICHAS


                                                                                Escribe octavio sandino

LOS CABALLOS DE LOS CHICHAS



Los españoles llegaron a las costas de América en sus carabelas En ellas traían no solamente a hombres dispuestos a conquistar imperios con la pólvora y la espada, sino que también traían consigo semillas ,plantas, animales ,cerdos ,burros, cabras, ovejas, vacas , bueyes y principalmente caballos .Los primeros tiempos de la conquista se hicieron a caballo que fue un arma decisiva  y favorable  para los conquistadores .
Desde los inicios de la etapa colonial, el transporte jugó un papel esencial en la integración del espacio económico altoperuano generado a partir del desarrollo de los mercados mineros .La arriería fue la actividad primordial en el transporte de bienes y ganado, el arriero trabajaba bajo relación de dependencia o bien trasladando su propio ganado .
Arriería se aplica al transporte generalmente de ganado en pie y mercadería para su venta ,constituyendo de éste modo toda una especialidad laboral ,ser baqueano era imprescindible, conocer la zona buscando lugares fértiles, con pastos y aguadas , por los caminos más cortos y seguros  para los animales para que no sufran pérdidas ,especialmente las vacas, mulas  y caballos necesitaban más atención que los burros y mulas con carga inerte .
Cerca de Bolivar ,Tupiza

La región de los Chichas ,la quebrada de Humahuaca al sur y los caminos al norte y este por Cotagaita Vitichi ,o los de Tarija,Camargo y la puna fuerón  el escenario natural para que se desarrolle esta actividad , los lugares con pastos y agua eran los preferidos para  elegir caminos.
Si bien existían distintos senderos y caminos que atravesaban el territorio de la jurisdicción y que las poblaciones locales continuaban usando, desde temprano se utilizaba un camino principal para el transporte de mercancía a lomo de mulas o de ganado en pie.  la mayor parte de su trayecto era una continuidad de las antiguas rutas prehispánicas. En Jujuy, la mercancía llegaba en carretas y, una vez cargada en las mulas, las tropas partían hacia el norte por la ruta de la Quebrada de Humahuaca, que contaba con agua y pasturas en todo el trayecto. El camino bordeaba el río Grande para trepar hasta 2000 metros de altura sobre el nivel del mar en la zona de Volcán y continuar el ascenso a la Puna. Este camino natural, labrado por el río, estaba protegido de las inclemencias climáticas del ambiente puneño, aunque su circulación se complicaba en verano por las lluvias. Desde Volcán, el camino siguiendo el río alcanzaba a Humahuaca. Desde allí, se dirigía por la quebrada de la Cueva siguiendo el curso de su río y por el abra de Cortaderas trepaba a la altiplanicie, desde donde bordeaba la ladera occidental de la Serranía de Santa Victoria y llegaba a Yavi. Ya en la Puna (Altiplano), la ruta de los arrieros pasaba por Mojo (lugar con pastura y agua) y Nazareno, hasta el valle de Suipacha (que tenía buenas aguadas y pasturas) y arribaba a Tupiza. Este era un poblado importante en donde se juntaban varios caminos. El principal seguía a Santiago de Cotagaita, Potosí y Chuquisaca. El otro, ascendía partiendo de Tupiza llegaba a Uyuni y de allí al norte, por el oriente del lago Poopó hasta Oruro, La Paz y cruzaba al Perú por Desaguadero al sur del lago Titicaca
En los Chichas o Lípez., más cercanos a la jurisdicción de Jujuy, requerían de ganado en pie y ejes de ingenio y productos agrícolas (maíz, trigo, papas, chuño) y sus derivados como harinas y bizcochos, cecinas, charqui, cueros, además de llamas, leña y sal .
Hacia Potosí y sus alrededores los bienes trajinados involucraban especialmente a las mulas (cuyo tráfico fue creciendo a medida que Córdoba y Santa Fe se fueron consolidando como zona de cría), ganado vacuno en pie, objetos de madera (ejes y piezas que conformaban los trapiches utilizados en los ingenios minerosl), algunos esclavos y en la segunda mitad del siglo  la yerba mate proveniente de Paraguay. El ganado en pie solía ser vendido en el paraje de La Lava (cercana a Potosí) o continuaba viaje hasta Jauja en el Perú. De vuelta, los arrieros podían traer cargas de efectos de Castilla ingresados por Lima y textiles del Perú.
En los primeros tiempos del tráfico colonial, los animales de carga de origen europeo no eran suficientes para cubrir la demanda de la creciente circulación; en algunos casos no se adaptaban demasiado bien a las duras condiciones de los caminos de altura. En esos momentos, la mula (animal principal de carga en los circuitos coloniales) alcanzaba altos precios de mercado, precio que fue disminuyendo a lo largo del siglo XVII cuando su cría se generalizó y se extendió en Córdoba y Santa Fe
Los españoles dependieron de la provisión de ganado de carga prehispánico o de “la tierra” que todavía existía en abundancia en las tierras altas. En los primeros años, las llamas tuvieron gran importancia para la circulación mercantil y los españoles tuvieron que asentar en ellas el transporte de carga de bienes y comida.
A diferencia de otro ganado europeo, las llamas estaban mejor adaptadas a los ambientes altos y áridos de la Puna, consumían forraje natural y no precisaban un elevado número de hombres para guiarlas
Esto permitió una fuerte presencia de indígenas en la actividad, característica que se mantendrá a lo largo de la etapa colonial, ya que el manejo de una tropa para la caravana 
exigía una tecnología adecuada para su crianza y domesticación como animales de cargas
sumado al conocimiento de los caminos, aguadas, pasos, pascanas y tambos.
De esta manera, los indígenas adquirieron un papel clave en la temprana circulación mercantil a través del uso de los rebaños de camélidos cuya propiedad no habían perdido con la conquista.  
A lo largo del siglo XVII el uso del ganado europeo para el transporte se fue generalizando, debido a la baja en el precio de las mulas y por el hecho de que la mula tenía mayor capacidad  de carga que las llamas. Los pueblos de indios fueron sumando a su ganado tradicional especies de cargas europeas
La mayor parte de los habitantes poseían mulas y animales para el transporte, y una parte de ellos transportaban animales en pie, aunque no todos los que poseían mulas eran arrieros de oficio 
Los que tenían mayor capacidad de carga eran los encomenderos y dueños de haciendas y, en general, estos animales se utilizaban para transportar a los mercados mineros la propia producción u otro tipo de mercancías o animales en pie que compraban en otras regiones. Entre los pequeños y medianos arrieros se destacaban algunos indios, tanto forasteros como los pertenecientes a encomiendas de la región. Sus recuas podían reunir entre 70 y 15 animales
A partir de la adquisición del ganado europeo, muchos de los integrantes de las comunidades indígenas se transformaron en dueños de recuas de mulas y participaban activamente en el negocio de los fletes.
¿Qué características tenía su participación en esta actividad? Una de las principales, fue el hecho de que ella era una actividad que se realizaba en forma individual y no comunitaria. La posesión de los animales y los contratos con terceros los realizaba cada arriero, se juntaban varios de ellos para realizar un solo viaje. Por ejemplo, en 1662 la Cofradía de Nuestra Señora de Copacabana de Omaguaca encargó a sus mayordomos la compra de un órgano en Potosí, instrumento de alto valor y que en parte fue financiado con la venta y el transporte de yerba mate del Paraguay a Potosí. 
El transporte de la mercancía se realizó en 100 mulas. La mayoría fue aportada por el cacique y mayordomo de la cofradía Don Andrés Choque, y la recua completada con los animales de varios tributarios del pueblo de Humahuaca
El avío de la gente que participaba en el viaje se pactaba aparte y normalmente era pagado en plata y por adelantado. Si bien el transporte de bienes para terceros aparece como la actividad más importante de vinculación a Potosí, las fuentes muestran que a este mercado también se llevaba algún tipo de producción local:
En general, los contratos de arriería registrados en los protocolos notariales muestran que sus principales beneficiarios eran indígenas, especialmente los caciques o sus familiares quienes poseían un mayor número de animales. Pero, también ellos aprovechaban las mejores posibilidades que tenían de establecer relaciones con encomenderos y comerciantes
Durante las primeras décadas del siglo XVII, existió un período de transición entre el tráfico caravanero tradicional y la arriería colonial, en la cual convivieron los camélidos con el ganado europeo.
Al mantener la propiedad de las llamas, los indígenas tanto pudieron desempeñarse como fleteros especializados, como trabajar en tareas de arriería para el encomendero (pagando su tributo como servicio personal) o en algunos casos transportar y vender parte de su propia producción.
Las llamas en Chacrahuasi, mi madre y hermanos
Los indígenas llegaban a disponer de dinero para comprarlos por la venta de sus camélidos o su uso para fletes, actividades que les permitían obtener dinero que se “invertía” en la compra de animales europeos
Otro modo era contratándose para terceros en diferentes trabajos y recibiendo en pago animales:

OCASO DE LOS ARRIEROS

En las primeras décadas del siglo XIX, la arriería, vital para la vida económica del espacio andino decayó ante los problemas que acarrearon la guerra de la Independencia. 
En este proceso, llevó el peso de la guerra ya que su territorio fue uno de los escenarios principales y zona de continua ocupación de los dos ejércitos en pugna .
De diferentes modos, la población tuvo que sostener el mantenimiento del Ejército Auxiliar enviado desde Buenos Aires( tanto en Argentina cómo en Bolivia), a liberar a la región andina de la presencia de las tropas realistas, debiendo contribuir con comida, animales, dinero y diferentes productos.
Los arrieros tuvieron un papel importante por sus servicios, sumado al conocimiento de las rutas con el Alto Perú. Por ejemplo, en Octubre de 1810, el arribo del Ejército Auxiliar a Jujuy ya planteó la necesidad de contribuir con arrieros en el apoyo de las acciones. Fue el arrieraje de Jujuy el que, con sus mulas, se encargó de desplazar los pertrechos del ejército hasta Tupiza, Oruro y Potosí .En Chichas también existían grandes caballadas y jinetes .
Al llegar a esas ciudades los arrieros se encontraban ante la penosa situación de que los cabildos del Alto Perú no reconocían sus gastos, o sólo les entregaban algún dinero a cuenta de los fletes para que continuaran el camino trás el ejército .
Las consecuencias de los conflictos armados fueron devastadoras para los arrieros en general, y por consiguiente para la arriería indígena y criolla .
Algunos de los pueblos de indios más importantes quedaron en las líneas de avance de los ejércitos, su ganado fue confiscado por las autoridades militares los arrieros se retiraban a vivir lejos de las zonas de conflicto para evitar la confiscación que hacían los ejércitos de hombres y animales:
Esto precipitó la decadencia del comercio interregional durante los años del conflicto armado.
si bien, la finalización del periodo de guerra y el retorno de la paz reactivaron el tráfico y la circulación y la arriería se mantuvo como una actividad económica importante hasta su desplazamiento por el ferrocarril; sin embargo, la arriería indígena comenzó su declinación mucho antes.
La utilización de los rebaños de camélidos indígenas para el transporte de mercancías permitió no sólo acceder al dinero para el pago del tributo sino también para la compra del ganado europeo de transporte, especialmente de mulas que fueron reemplazando paulatinamente a las llamas en los circuitos coloniales.
Así, la participación indígena en la arriería se consolidó a lo largo del siglo XVII y se mantuvo hasta comienzos del Siglo XIX,en ese momento los problemas derivados de las Guerras de la Independencia y la posterior disolución de las comunidades indígenas con la consiguiente pérdida de las tierras comunales terminen definitivamente con ella.
Todo ésto evidencia la importante participación en la vida económica,social y cultural del transporte y los arrieros,en particular para diferentes zonas y pueblos enraizaron las fiestas entremezcladas entre  lo religioso y pagano,dónde tener caballo y ser hombre de a caballo era muy importante,los jinetes podían desplazarse grandes distancias para cumplir con sus compromisos de devoción y fé que para ellos eran muy importantes y determinaban su religiosidad por los caminos .
Pasados los siglos y los años ,venidos a menos el transporte a caballo fuerón perdiendo importancia éstos animales y disminuyó dramáticamente su número,primero el ferrocarril,luego los automotores influyeron para su poca utilización,quédando sólo útiles para las tareas agrícolas en los campos,su antiguo señorío de recorrer grandes distancias fué ahora relegada a ser ayudantes del campo,también influyó en la cantidad de jinetes  la migración humana a las ciudades , otra razón más para éste ocaso .




Humberto Bernal en la finca de Palala,foto tomada por mi padre Octavio Sandino
Alberto Salinas  en La Torre-ex-compañero de la Promo 62

Pero tambien conformaron una personalidad especial a casi todas las personas que estuvieron cerca de ellos ,las palabras,los modismos,los nombres,los utensilios que se utilizaban,los aperos,frenos cinchas, las monturas ,los tejidos que se hacían en los telares,los hilados hechos en los caminos,la puska,las herraduras,los cueros de oveja ,estribos ,lazos,alforjas,pellones y piezas de madera . 
En particular muy niño en Suipacha ví de  tan cerca herrar a un caballo en la calle,en esa esquina que decían era de la plaza,no me olvido,cuándo con un lazo el baqueano le impidió al caballo atado a un poste que mueva la pata doblada,el cuchillo con el que cortó el vaso,cómo entre las piernas atrapó la pata y despues de martillar esos largos clavos los doblo con la tenaza.Quién lo hizo,muy práctico y rápido nos permitió a los niños vivir una experiencia inolvidable.




















Aún podemos ver los caballos en una de las pocas fiestas religiosas y ecuestres de Tupiza ,la de Reyes y de la Virgen de los Remedios,en una villa al norte de Tupiza también llamada Villa Remedios apenas separada por el río cada comienzo de año dónde se juntan caballos y jinetes tratando de revivir viejas costumbres,atravesando el río cuándo está crecido,tocando el jinete el erque y la caja,con una cholita en las ancas y cantando viejas coplas cómo estas :


                             Desde la banda he venido cruzando ríos crecidos
                             Desde la banda he venido con mi cholita en las ancas...

Wili Alfaro músico tupiceño ha hecho la bella composición :TONADA PARA REMEDIOS 



haga click para escucharla

http://www.youtube.com/watch?v=fBplucRt6nQ 
             
www.youtube.com/watch?v=pMWXsAmy0kg

dhttp://www.youtube.com/watch?v=ohTbksUyCP8




Fuente parcial G. Sica, Alonso,Wili Alfaro,fotos propias, amigos y  red


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